lunes, 9 de julio de 2007

LA MÚSICA Y SU INFLUENCIA EN LA GENTE

La influencia de la música puede ser mayor de lo que imaginas desde hace 2,500 años, la música se ha considerado una fuerza tan potente e influyente en la sociedad que los principales filósofos y políticos han abogado por su control, incluso a través de la constitución de su nación. Este fue el caso en Esparta y Atenas. En Japón, en el siglo III a.C., se estableció una oficina imperial de música (el Jagaku-ryo) para controlar actividades musicales. Otras culturas antiguas, como las de Egipto, India y China, manifestaron preocupaciones similares. Hoy, un control legislativo o gubernamental de este tipo sería casi inconcebible, pero incluso en este siglo, hay gobiernos que han implementado leyes para controlar la música.

Muchas personas creen que la música es pura y simplemente música -que no implica ningún problema y, por lo tanto, no requiere ninguna evaluación. Además, ¿por qué tanta preocupación por la música? ¿Cuál es el problema? Para los antiguos las respuestas eran claras. Creían que la música afectaba directamente la voluntad, la que a su vez influía sobre el carácter y por ende sobre la conducta humana.

Así, por ejemplo, Aristóteles enseñaba que ¨la música imita directamente (es decir, representa) las pasiones o estados del alma -apacibilidad, enojo, valor, templanza, y sus opuestos y otras cualidades; por lo tanto, cuando uno escucha música que imita cierta pasión, es imbuido por la misma pasión.

Destaquemos, para responder, varios aspectos de la naturaleza de la música. Primero, la música, independientemente de la letra, comunica un mensaje. No son necesarias las palabras para que la música tenga significado.

Segundo, aunque algunos podrían argumentar que la música tiene diferente significado para diferentes personas, y que su efecto es sólo cuestión de una respuesta condicionada, ésta no es una premisa aceptada por los productores de películas, pues al incorporar un teme musical a una película, se da por sentado que tendrá un impacto similar en toda la gente. Si este no fuera el caso, la música para las películas no tendría ningún sentido en otros contextos culturales. Pero las investigaciones han demostrado que el condicionamiento no puede lograr que la música que transmite enojo y odio, o temor y suspenso, a un ser humano, comunique amor o alegría y paz a otro.

En tercer lugar, los productores de películas obviamente suponen que el impacto de la música puede (corporales) pueden ser afectados. Y éstos, a su vez pueden influir sobre nuestras emociones y estado de ánimo, y que en último caso afectar el comportamiento, inclusive la toma de decisiones.

Qué es la Música?
La Música es un movimiento organizado de sonidos a través de un continuo de tiempo. La música desempeña un papel importante en todas las sociedades y existe en una gran cantidad de estilos, característicos de diferentes regiones geográficas o épocas históricas.
Distintas Corrientes o Géneros Musicales:
Rock
Pop
Grunge
Heavy Metal
Electrónica
Punk
Gótica
Clásica
Instrumental
Opera
Balada
Salsa
Cumbia
Merengue
Banda
Norteña
Ranchera
Entre muchas Otras...

La música es para todo tipo de gente no importa género, edad, posición social, etc. Ya que es un medio de expresión, un arte que es para disfrutarse.
Asi como la música está dividida en géneros el estado de ánimo de la gente también lo está, ya que a veces nos sentimos tristes, alegres, con ganas de bailar, saltar, algo con lo que nos sintamos a gusto. Así que, una forma de expresar ese estado de ánimo es por medio del arte llamado Música.

Pero, en qué forma nos cambia de conducta?, Cómo influye en nosotros?
Existen muchos ambientes donde se puede observar esta influencia, algo muy común: Las Fiestas. De lo que sea, boda, 15 años, bautizo, alguna reunión del trabajo o de la escuela, etc. Digamos que ya esta catalogada la gente que asiste a estos eventos. Por ejemplo, no falta el que tiene alguna bronca y nada mas escucha una canción triste (ya sea balada o ranchera) y se suelta a llorar, o se pone a hablar con el compadre o el mejor amigo, o que decir de algún desamor, creo que es un ejemplo súper común en la gente, o también esta el que se siente muy contento y baila de todo, digamos que sufre una transformación. Otro ejemplo seria en los conciertos, sobre todo en los de Rock, es tanta la adrenalina que algunos jóvenes terminan haciendo locuras solo por diversión, lo malo es que a veces esas locuras tienen consecuencias.
Manejemos la música de la siguiente forma:

MÚSICA
Quién no se ha sentido una persona diferente escuchando su melodía preferida y quién no se ha aislado totalmente del mundo que le rodea mientras se deleitaba con una buena canción. Que la música es el arte que más cautiva a las personas es algo ya plenamente reconocido, pero que sea igualmente un instrumento para mejorar el comportamiento de los animales o para que crezcan las plantas, es algo que nos deja asombrados.
Y es que la música es algo más que unos sonidos considerados armónicos para los humanos, ya que si solamente fueran simples sonidos bastaría con cualquier ruido rítmico para atraer a las personas, cuando es obvio que no es así.
Tan grande es la influencia de la música sobre los seres vivos, que se ha utilizado tanto para potenciar la agresividad como la tranquilidad, del mismo modo que se emplea para dormir, relajar, estimular o concentrar. Todo depende del tipo de música y el momento adecuado para escucharla.

La música se emplea lo mismo para una ceremonia religiosa que para divertirse, deleitarse, aislarse, o como preludio al acto amoroso. Los filósofos como Platón y Aristóteles, hacia el año 300 a.C. la empleaban como apoyo a sus conferencias en el Liceo de Atenas. Estos filósofos, especialmente Aristóteles, entendieron claramente que no eran los sonidos naturales los que podían influir solamente en el ser humano (viento, olas, pájaros, silencio de la noche), sino que los sonidos armónicos, que hoy día conocemos como la música, eran mucho más poderosos para influir en la conducta y el carácter.

En muchos siglos se utilizó como apoyo a los tratamientos médicos convencionales, aunque en la actualidad, con el auge de la medicina química y tecnológica, se le desprecia y escasean los médicos que la utilizan en hospitales sobretodo mentales. Anteriormente se consideraba como un método excelente para desarrollar el carácter y la educación de los niños, para elevar la moral y curar las depresiones, incluso para enseñar las matemáticas. En este sentido no debemos olvidar que hasta la llegada de la democracia en nuestro país las reglas aritméticas se aprendían mediante canciones, una costumbre que se practicaba desde hacía siglos.
A estas alturas nadie duda del efecto tan contrario que tiene una música suave, melodiosa, en relación con otra rítmica o ruidosa. Sin que ello deba ser considerado como peyorativo para una u otra, los cierto es que mientras la música suave puede inducir a la concordia y al relax, la otra genera movimiento, entusiasmo y también agresividad. Es más fácil que se organice un alboroto violento en un concierto de rock que en un concierto de música clásica. Podríamos pensar que no es la música en sí, sino el tipo de persona que acude a uno u otro auditorio, o más concretamente por la edad, pero lo cierto es que hoy en día es igual de fácil ver a jóvenes escuchando música clásica que de El tri o Sting. Lo que determina el comportamiento es el tipo de música no la edad del oyente.

Se ha comprobado el efecto que tienen los sonidos musicales en el desarrollo del niño cuando está en el útero materno. Mediante la medición con ecografías (uso de ultrasonidos) y fonendoscopios en madres que escuchaban distintos tipos de música, se comprobó que la música clásica producía movimientos lentos del niño y ninguna alteración de sus constantes cerebrales y circulatorias, la música rock provocaba movimientos nerviosos y aumentos de su frecuencia cardíaca.

No quiere decir que la música rock sea perjudicial y la clásica beneficiosa, simplemente modifican el comportamiento y sabiamente aplicada en el momento adecuado, puede influir en la conducta y el carácter de las personas.
La música se emplea bajo tres parámetros:
· Cadencia o ritmo.
· Intensidad o volumen.
· Frecuencia o posición en el pentagrama.

Las notas altas, agudas, actúan preferentemente sobre las contracturas musculares, se propagan rápidamente en el espacio aunque en distancias cortas, actúan fuertemente sobre el sistema nervioso, constituyen una señal de alerta y aumenta los reflejos, al mismo tiempo que nos ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio o sopor.
Como factor negativo tenemos el hecho de que el oído es especialmente sensible a ellas y si son muy intensas y prolongadas lo pueden dañar, lo mismo que su efecto sobre el sistema nervioso puede provocar cierto descontrol y alteraciones en los impulsos nerviosos que se vuelven incontrolados.

Las notas bajas, graves, no parece que tengan influencia sobre las terminaciones nerviosas y su efecto es más mecánico, por lo que tienen mayor influencia sobre las zonas corporales huecas, como los pulmones, corazón y abdomen, quizá porque son lugares idóneos para las resonancias. Las notas graves se perciben mal en distancias cortas, por lo que su efecto inmediato es difícil de medir, aunque son capaces de ser audibles en muchos kilómetros. a la redonda. Su efecto mecánico es tan poderoso que puede resquebrajar muros, carreteras, terrenos, y actuar con un efecto vibratorio muy intenso en cualquier cuerpo sólido. Terapéuticamente tienden a producir efectos sombríos, visión pesimista del futuro y tranquilidad extrema.
La cadencia de las notas musicales, graves o agudas, es el segundo factor en importancia y así tenemos que, mientras que los ritmos lentos inducen a la paz, los rápidos inventan al movimiento y a exteriorizar los sentimientos.

El tercer y último elemento musical es la intensidad, la cual indudablemente ha ocupado en nuestro siglo una preponderancia quizá aún mayor que las otras dos, a causa de los potentes equipos de sonido. Cualquiera de los otros dos efectos, cadencia o frecuencia, produce efectos mucho menores que la intensidad del volumen, hasta el punto de que una nota o partitura que en sí es tranquilizante puede volverse irritante si el volumen es más alto que lo que esa persona puede soportar.

“La música es un arte que existe para disfrutarse”

¿Es dañina la influencia del reggaeton?

Como ocurre cada vez que llega una moda musical, siempre surgen al menos tres corrientes de opinión: los llamados adeptos fáciles que se dejan arrastrar por cualquier moda, únicamente porque está de moda y la incorporan a su diario vivir sin mayores miramientos, tal vez por su escasa identidad cultural o por cualquier otra razón; los opositores que constituyen un grupo entre los que es posible distinguir los resistentes habituales a cualquier cambio, los ya aferrados implacablemente a otros géneros musicales y los analíticos que pocas veces van donde va toda la gente; finalmente, los indiferentes que por diversos motivos apenas se dan cuenta de lo que ocurre en el medio que los rodea.

Los adeptos sostienen que el reggaeton es completamente inofensivo para los niños y jóvenes, ya que se trata de música moderna como cualquier otra. Su forma de bailar es natural, instintiva y hasta libertina como la sociedad de nuestros días y no dice nada que pueda extrañar en un ambiente en el que todo ya está dicho en materia de corrupción, inseguridad, sexo, violencia y droga.

Las dos o tres tallas de ropa más grandes que usan sus cultores representan el deseo de ser diferente, tal vez rebeldía y no tienen el propósito de cubrir tatuajes ni pinchones de jeringas con cocaína. Es rítmico y pegajoso porque nace de la calidez y espíritu festivo de Panamá y el Caribe, y así como hay rock satánico, también existe reggaeton grosero.No todas las letras son fuertes e irreverentes y prueba de ello es que hasta música cristiana existe con el nuevo ritmo.

Los opositores en cambio sostienen que el reggaeton puede ser cualquier cosa menos música, porque carece de armonías, en otras palabras es muy pobre musicalmente hablando. Predomina el ritmo fuerte como si el objetivo fuera aturdir a los oyentes y su cacareado ritmo contagioso se reduce a cero cuando se escucha a bajo volumen.Tampoco se canta porque los intérpretes únicamente vociferan con un sonsonete repetitivo, con rima forzada muy por debajo de cualquier afinación aceptable, en consecuencia no se necesitan cualidades artísticas propiamente dichas para su ejecución.

Los hechos apuntados lo convierten en un conjunto de ruidos primitivos que no tiene cabida en una sociedad, que pretende desarrollarse de estados instintivos y primarios a otros más elaborados e inteligentes. Como es de esperar en una “música” con las características citadas, las letras con frecuencia tienen contenidos ligados al sexo, violencia, droga y condiciones predelincuenciales. Pero lo que es peor, proyecta un mensaje machista y de abuso que rebaja y subyuga a la mujer. Los niños y los jóvenes, sobre todo los todavía “no maleados”, incorporan por simple imitación los modales y actitudes de los “reggaetoneros” y para colmo, los videos presentan un mundo irreal y exagerado y no pocas veces son contradictorios, porque si en realidad fuera arte de la calle y expresión del sentir de las barriadas, que se relacionan más con necesidades básicas no satisfechas y estrecheces económicas, no tienen por qué mostrar una faz de excesiva ostentación.

Es indudable que ambas posiciones resumidas anteriormente tienen puntos consistentes dignos de tomarse en cuenta, algunos de mayor peso son por un lado, que el nuevo ritmo es parte de la realidad actual y concordante con la actitud materialista, frívola e irrespetuosa muy común hoy en día. Por el otro, desde la óptica tradicionalista, no se puede negar que el reggaeton choca contra todos los formalismos. Pero quizá lo importante no es responder si es bueno o es malo, sino más bien reforzar la tenue coraza que protege a los niños salvadoreños, que por el momento sigue siendo la educación integral en la que tienen un rol crítico los padres de familia y los maestros de las escuelas.

Esa educación debe ser tal que les enseñe a distinguir lo que les conviene y lo que deben rechazar con una incorporación constante de valores, ya que éstos prevalecerán, más no las modas que así como vienen también se van. En suma, los dividendos siempre serán mayores cuando los jóvenes sean orientados por dónde caminar, más que prohibiéndoles interactuar con el medio ambiente que les rodea.

Rodolfo Chang Peña
*Dr. en Medicina y colaborador de El Diario de Hoy.